martes, 19 de septiembre de 2017

Conjuntivitis


La conjuntivitis puede sonar alarmante; sin embargo, este frecuente problema del ojo es, por lo general, fácil de tratar, y con unas simples precauciones, en la mayoría de los casos, se puede incluso evitar.

Cualquiera puede contraer conjuntivitis, sin embargo, preescolares, escolares, estudiantes universitarios, docentes y quienes trabajan en guarderías tienen mayor probabilidad de verse afectados por los distintos tipos contagiosos de conjuntivitis debido a la cercanía que se da en el salón de clases con otras personas.
A continuación le presentamos la información imprescindible que debe saber con respecto a la conjuntivitis:

¿Qué es la conjuntivitis?

La conjuntivitis es una inflamación de la cubierta delgada transparente de la parte blanca del ojo y del interior de los párpados (la conjuntiva).

A pesar de ser transparente, la conjuntiva contiene vasos sanguíneos que recubren la esclerótica (parte blanca) del ojo.

Cualquier agente que desencadene una inflamación, causará la dilatación de los vasos sanguíneos de la conjuntiva, provocando unos ojos rojos e inyectados en sangre.

 Tipos de conjuntivitis.
¿Qué causa la conjuntivitis?

Las principales tipos de conjuntivitis, según su causa, son:

Conjuntivitis viral. Ocasionada por un virus, como un simple resfrío. Este tipo de conjuntivitis es muy contagiosa, pero usualmente desaparece por si sola en algunos días, sin necesidad de tratamiento médico.
Conjuntivitis bacteriana. Causada por una bacteria, este tipo de conjuntivitis puede ocasionar serios daños al ojo si no se trata.
Conjuntivitis alérgica. Ocasionada por irritantes oculares como el polen, el polvo, la caspa animal en individuos susceptibles. La conjuntivitis alérgica puede ser estacional (polen) o aparecer en brotes durante todo el año (polvo y caspa de las mascotas).
Síntomas de la conjuntivitis

El síntoma principal de la conjuntivitis es una apariencia rosada del ojo. Los otros síntomas dependen del tipo de conjuntivitis que se contraiga:

Conjuntivitis viral. Lagrimeo y picazón en los ojos; sensibilidad a la luz. Pueden estar afectados uno o ambos ojos. Es altamente contagiosa; puede propagarse por la tos o estornudos.
Conjuntivitis bacteriana. Se observa una secreción del ojo amarillenta o verde-amarillenta y pegajosa en la esquina del mismo. En algunos casos, esta secreción puede ser tan abundante que provoca que se peguen los párpados al despertarse. Pueden verse afectados uno o ambos ojos. Es contagiosa (usualmente por contacto directo con las manos infectadas o elementos que hayan tocado el ojo).
Conjuntivitis alérgica. Lagrimeo, ardor, picazón en los ojos; puede estar acompañado de mucosidad y congestión nasal, así como sensibilidad a la luz. Ambos ojos se ven afectados. No es contagiosa.
Tratamiento de la conjuntivitis

Como es de esperar, el tratamiento también depende del tipo de conjuntivitis contraída:

Conjuntivitis viral. En la mayoría de los casos, la conjuntivitis viral seguirá su curso en un período de algunos días sin necesidad de un tratamiento médico. Un remedio casero es el aplicar paños mojados fríos en los ojos, varias veces al día, para aliviar los síntomas. (Debido a la naturaleza altamente contagiosa de este tipo de conjuntivitis, ¡asegúrese de no compartir estos paños con otras personas!).
Conjuntivitis bacteriana. Su optometrista u oftalmólogo usualmente le prescribirá gotas de antibiótico para los ojos o pomadas para el tratamiento de la conjuntivitis bacteriana.
Conjuntivitis alérgica. Los antialérgicos suelen ayudar a evitar o acortar los brotes de conjuntivitis alérgica. Algunas veces es necesario comenzar este tratamiento antes de que comience la temporada de alergias o de brotes alérgicos. Consulte a su médico por detalles.
A menudo puede dificultarse el distinguir el tipo de conjuntivitis solamente a partir de los síntomas (o si otros problemas del ojo o condición de salud subyacente están ocasionando los síntomas).

Algunas condiciones asociadas a la conjuntivitis incluyen otras infecciones del ojo, ojo seco y blefaritis. También, hay que tener en cuenta que las conjuntivitis bacterianas pueden dar lugar a serios problemas del ojo como úlcera corneal, y potencial pérdida de la visión.

Por estas razones, cada vez que observe que sus ojos están rojos e irritados, debe llamar a su optometrista u oftalmólogo de inmediato para agendar un examen ocular.

Además, si usa lentes de contacto, quítese sus lentes y únicamente use anteojos hasta que su doctor haya tenido la oportunidad de hacerle un chequeo.


Prevención de la conjuntivitis

Ahora que conoce lo fundamental de la conjuntivitis viral y otras formas de conjuntivitis, ¿qué puede hacer para protegerse a usted y sus hijos?

Aquí tiene 10 precauciones simples que puede tomar en cuenta para reducir significativamente el riesgo de contraer conjuntivitis:

El lavado de manos puede prevenir la conjuntivitis
Lavarse las manos varias veces al día para evitar el contagio de la conjuntivitis viral.
Nunca comparta elementos de higiene personal como paños, toallas para las manos y pañuelos.
Cúbrase la nariz y la boca al toser y estornudar, y evite refregar o tocar los ojos.
Nunca (JAMÁS) comparta sus lentes de contacto de color o lentes para efectos especiales con amigos.
Lávese las manos con frecuencia, especialmente cuando se encuentra en escuelas u otros lugares públicos.
Lleve siempre con usted un desinfectante para manos y úselo con frecuencia.
Limpie con frecuencia superficies como mesadas de cocina, artefactos de baño, canillas y teléfonos compartidos, con un limpiador antiséptico apropiado.
Si sufre de alergias estacionales, consulte a su médico qué puede hacer para minimizar los síntomas antes de que comiencen.
Si usa lentes de contacto, asegúrese de que sigue los consejos de su optometrista u oftalmólogo para su cuidado y recambio; utilice correctamente las soluciones de lentes de contacto, o considere cambiarse a lentes de contacto descartables diarios.
Si va a nadar, utilice gafas de natación para proteger sus ojos de bacterias u otros microorganismos que se encuentran en el agua y que pueden causar conjuntivitis.
Antes de ducharse, usar un jacuzzi o meterse en agua de cualquier tipo, quítese los lentes de contacto para evitar retener bacterias entre sus ojos y los lentes.
A pesar de tomar estas precauciones, usted o su hijo pueden contraer conjuntivitis. Si contrae conjuntivitis contagiosa, sea considerado con los demás y tome precauciones para evitar que se propague la infección.

Si su hijo se contagia, notifíquele a su maestra sobre la infección para que se puedan tomar medidas adicionales de higiene del salón de clases o de la guardería. Además, mantenga a su hijo en casa hasta que haya superado la etapa de contagio.

Su oculista puede hacerle saber cuándo usted o su hijo podrán interactuar nuevamente con otros sin correr el riesgo de propagar la conjuntivitis contagiosa, que habitualmente dura entre tres y cinco días luego de ser diagnosticado.

Y recuerde: Como el ojo rojo o rosado puede ser síntoma de una serie de problemas del ojo —algunos bastante serios— asegúrese de consultar a su doctor de la visión.

jueves, 20 de abril de 2017

Sistema Endocrino

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El sistema endocrino es un conjunto de órganos y tejidos del organismo encargado de segregar hormonas. Se distribuye por el organismo de manera similar al sistema nervioso sólo que, en este caso, lo hacen mediante sustancias y no a través de impulsos nerviosos. A los órganos del sistema endocrino también se los conoce como glándulas.

Existen dos tipos de glándulas:

Glándulas exocrinas, que trabajan liberando directamente las secreciones sobre el tejido interno o externo. Por ejemplo las que asisten al estómago y al páncreas.
Glándulas endócrinas, donde las secreciones son liberadas directamente al torrente sanguíneo. Aquí es donde se alojan las hormonas y luego se distribuyen. Las glándulas endocrinas tienen como características:
No poseen conductos.

Tienen una elevada irrigación.

Poseen vacuolas intracelulares. Son unas cápsulas cerradas recubiertas por una membrana plasmática. Contienen agua o enzimas y su función es la de contener y proteger las hormonas.

Hormonas.

Las hormonas son liberadas al torrente sanguíneo ayudando a cumplir diversos efectos:

Estimulantes. Donde fomentan la actividad del tejido.
Inhibitorios. Que contrariamente al punto anterior, disminuyen la actividad del tejido.
Antagonista. Donde ciertas hormonas pueden causar efectos opuestos. Por ejemplo: la insulina y glucagón.
Trópico. Altera el funcionamiento de otro tejido endócrino. Es decir que su efecto se refleja sobre otro tejido del sistema endocrino.
Sinergista. Donde el efecto se potencia cuando 2 hormonas se combinan, provocando un efecto mucho mayor que si se encontraran separadas.
Realizar un balance cuantitativo donde una hormona depende de la acción de otra.
Las funciones del sistema endocrino son:

Regular el estado de ánimo.
Favorecer el crecimiento.
Asistir en las distintas funciones de tejidos y el metabolismo en general.
Trabajar en el organismo como una red de comunicación celular que responde a través de estímulos y liberan hormonas.

Órganos endócrinos. Funciones principales y hormonas producidas en cada uno.

Sistema nervioso central.

Hipotálamo. Hormonas secretadas:

Hormona liberadora de tirotropina.
Dopamina.
Hormona liberadora de somatropina.
Somatostatina.
Hormona liberadora de gonadotrofina.
Hormona liberadora de cortitropina.
Oxitocina.
Vasopresina.
Glándula pineal. Hormonas secretadas:

Melatonina. Actúa como antioxidante en el organismo. Regula los ciclos del sueño y la iniciación a la pubertad.
Dimetiltriptamina. Regula el sueño y actúa sobre experiencias de tipo místicas.
Glándula hipófisis y adenohipófisis. Hormonas secretadas:

Hormona del crecimiento que, como su nombre lo indica, regula el crecimiento.
Hormona estimulante de la tiroides. Favorece la absorción de yodo por parte de las glándulas tiroideas.
Hormona foliculoestimulante. En las mujeres estimula la maduración de los folículos y en los hombres la espermatogénesis.
Hormona luteinizante. Es la encargada de estimular la ovulación en las mujeres. En los hombres estimula la síntesis de testosterona.
Prolactina, es la hormona encargada de mediar el orgasmo y de liberar la leche de la glándula mamaria.
Hipófisis posterior. Hormonas secretadas:

Oxitocina. En las mujeres durante el parto estimula la contracción de los músculos y en los hombres facilita la eyaculación.
Vasopresina. Actúa favoreciendo la reabsorción de agua en los riñones.
Hipófisis media. Hormonas secretadas:

Hormona estimulante de melatocitos. Regula la liberación o síntesis de la melanina y melanocitos en el cabello y en la piel.
Glándula tiroides. Hormonas secretadas:

Triyodotironina. Estimula el consumo de oxígeno y de energía.

Tiroxina. Actúa como una pro-hormona de la triyodotironina. También actúa sobre el consumo del oxígeno y de energía.

Calcitonina. Trabaja sobre la construcción de los huesos.

Sistema digestivo:

Estómago. Hormonas secretadas:

Gastrina. Segrega ácidos.
Ghrelina. Estimula el apetito.
Neuropéptido. Desciende la actividad física y aumenta la ingesta de alimentos.
Somatostatina. Regula la liberación de la gastrina entre otras hormonas.
Histamina. Actúan y estimulan sobre la secreción del ácido gástrico.
Endotelina. Contrae el músculo liso estomacal.
Duodeno. Hormonas secretadas:



Secretina. Reduce o suspende la producción del jugo gástrico y segrega bicarbonato.
Colecistoquinina. Libera enzimas digestivas y bilis. También suprime el apetito.
Hígado. Hormonas secretadas:

Somatomedinas o factor de crecimiento insulínico. Regula el crecimiento corporal y celular.
Angiotensina. Provoca estrechamiento de los vasos sanguíneos.
Trombopoyetina. Regula la producción de plaquetas.
Páncreas. Hormonas secretadas:

Insulina. Encargada de trasportar la glucosa al el torrente sanguíneo, el hígado y los músculos.
Glucagón. Aumenta los niveles del azúcar en la sangre.
Somatostatina. Frena la libración de insulina y de glucagón. Suprime la acción secretora del páncreas.
Polipéptido pancreático. Regula los niveles de glicógeno hepático y la función secretora pancreática.
Riñón. Hormonas secretadas:

Renina.
Eritropoyetina.  Favorece la formación de eritrocitos.
Calcitriol. En el aparato digestivo aumenta la absorción de fosfato y de calcio.
Trombopoyetina.
Glándula suprarrenal. Hormonas secretadas:

Sobre la corteza adrenal:

Glucocorticoides. Inhibe la asimilación de glucosa en los músculos y tejidos. Fomenta la degradación de ácidos grasos en el tejido adiposo.
Mineralocorticoides. Favorece en la reabsorción de sodio por parte de los riñones.
Andrógenos.
Sobre la médula adrenal:

Adrenalina. Dilata las pupilas. Anula o suspende los procesos digestivos. Aumenta la frecuencia cardíaca. Regula el suministro de glucosa y oxígeno en los músculos y el cerebro.
Noradrenalina. Aumenta la frecuencia cardíaca. También regula el suministro de glucosa y oxígeno para los músculos y el cerebro.
Dopamina. Aumenta la presión arterial y la frecuencia cardíaca.
Encefalina. Regula o suprime la respuesta al dolor.
Sistema reproductivo.

Testículos. Hormonas secretadas:

Andrógenos (testosterona). Aumenta la masa muscular y la fuerza.
Estradiol.
Inhibina.
Folículo ovárico. Hormonas secretadas:

Progesterona. Poseen múltiples funciones durante el embarazo. También tiene un efecto antiinflamatorio.
Androtenidiona. Es la productora de los estrógenos.
Estrógenos. Amplias funciones sobre el embarazo. Aumenta el recuento de plaquetas. Realiza balances de fluidos. Regula la retención de agua y de sales. Aumenta los niveles de HDL (colesterol bueno) y disminuye los niveles de colesterol LDL (colesterol malo).
Inhibina.
Placenta. Hormonas secretadas:

Progesterona. Es la hormona encargada de mantener el embarazo.
Estrógenos.
Gonadotropina coriónica humana. Protege el embrión inhibiendo la respuesta inmune.
Lactógeno placentario humano. Aumenta la producción de insulina.
Inhibina.
Útero. Hormonas secretadas:

Prolaxctina. Produce la leche de las glándulas mamarias.
Relaxina.
Otras funciones: Como regulador del calcio. Hormonas secretadas:

Paratiroides.

Hormona paratiroidea.
Piel.

Calcifediol.
Función de las hormonas sobre otros órganos:

Corazón. Hormonas secretadas:

Péptido natriurético auricular. Reduce la presión arterial, el agua, lípidos y sodio.
Péptido natriurético cerebral.
Médula ósea. Hormonas secretadas:

Trombopoyetina. Estimula los megacariocitos que formas las plaquetas.
Tejido adiposo. Hormonas secretadas:

Leptina. Disminuye el apetito.
Estrógenos.
Enfermedades del sistema endócrino.

Insuficiencia suprarrenal.
Enfermedad de cushing.
Gigantismo.
Hipertiroidismo.
Hipotiroidismo.
Hipopituitarismo.
Neoplasia endócrina múltiple.
Síndrome ovárico poliquístico.
Diabetes.

jueves, 16 de febrero de 2017

La ciática ¿Qué es? ¿Como aliviar el dolor?

 Es un dolor ocasionado por algún malestar en el nervio ciático que inicia en la parte baja posterior de la espina y se extiende hasta nuestros dedos del pie. Ocasiona un dolor que puede llegar a ser constante y altamente debilitador. Sentimos hormigueo y adormecimiento desde la espalda baja, los glúteos, los muslos, rodillas hasta nuestros pies. Lo más común es sufrirlo entre los 35 y 50 años, todavía de jóvenes.
El término ciática describe los síntomas de dolor de pierna (y posiblemente de hormigueo, adormecimiento o debilidad) que empiezan en la parte inferior de la espalda y pasan por los glúteos y el nervio ciático mayor en la parte posterior de la pierna.

La ciática es un síntoma de una afección médica subyacente –no es un diagnóstico médico de por sí.
La ciática con frecuencia es caracterizada por la presencia de uno o más de los siguientes síntomas:
Dolor constante en una nalga o en una sola pierna (rara vez puede presentarse en ambas piernas)
Dolor que se agudiza al sentarse
Quemazón o hormigueo que bajan por la pierna (en vez de un dolor sordo)
Debilidad, adormecimiento o dificultad para mover la pierna o el pie
Dolor constante en una nalga
Dolor punzante que pueda hacer difícil ponerse de pie o caminar
El dolor de la ciática puede variar desde infrecuente e irritante hasta constante y debilitador. Los síntomas específicos de la ciática también varían mucho en cuanto al tipo de síntoma, el lugar afectado y su gravedad; todo depende de la afección causante de la ciática. Aunque los síntomas pueden ser muy dolorosos, rara vez producen daños permanentes (daño tisular) en el nervio ciático.

El nervio ciático y la ciática

Los síntomas de la ciática son producidos por la irritación del nervio ciático mayor. El nervio ciático es el más grande de los nervios del cuerpo y está compuesto por raíces individuales que surgen de varias partes de la columna vertebral para luego juntarse y formar el "nervio ciático".
El nervio ciático empieza en la parte inferior de la espalda en el segmento lumbar número 3 (L3).
De cada nivel de la parte inferior de la espalda sale una raíz nerviosa de dentro de la columna y, luego, estas raíces se juntan para formar el nervio ciático mayor.
El nervio ciático va desde la parte inferior de la espalda hasta la parte posterior de cada pierna.
En cada pierna porciones del nervio ciático se ramifican para proveer de nervios a ciertas partes de la pierna; por ejemplo, la nalga, el muslo, la pantorrilla, el pie y los dedos del pie.
Los síntomas de la ciática (por ejemplo, dolor de pierna, adormecimiento, hormigueo, debilidad y posiblemente dolor de pie) son diferentes según la parte del nervio comprimida. Por ejemplo, una compresión del nervio en el quinto segmento lumbar (L5) puede ocasionar una debilidad en la extensión del dedo gordo del pie y potencialmente en el tobillo (marcha en estepaje)
La evolución de la ciática
La prevalencia de la ciática aumenta en las personas de mediana edad. Es rara su aparición antes de los 20 años. La probabilidad de experimentar la ciática aumenta por los cincuenta años y luego se disminuye.1
En general, la ciática no es causada por un evento o una lesión aislados, sino que suele ir desarrollándose con el tiempo.
La gran mayoría de las personas que experimentan la ciática se curan dentro de unas semanas o meses y consiguen aliviar el dolor con tratamientos no quirúrgicos. Sin embargo, otras sufren una ciática fuerte y debilitante debido a la compresión del nervio ciático.
Existen unos pocos síntomas que puedan requerir de una intervención médica (y posiblemente quirúrgica) inmediata, tales como síntomas neurológicos progresivos (por ejemplo, debilidad de la pierna) o una disfunción intestinal o vesical.
Como la ciática es provocada por una afección médica de fondo, su tratamiento se centra en el alivio de las causas subyacentes de los síntomas. Generalmente el tratamiento consta de cuidados personales o tratamientos no quirúrgicos, pero para casos graves o resistentes al tratamiento, puede ser una opción una cirugía.

Aunque lo ideal es ir al doctor en cuanto sintamos este malestar, hay un ejercicio que puede aliviar el dolor y dar un fuerte alivio, éste es la mariposa.

Cómo hacerlo

Siéntate en el piso y extiende tus piernas al frente
Junta tus pies y talones, unos con los otros y mueve los talones lo más cercano a ti
Baja tus muslos hasta que las rodillas toquen el suelo
Mantén esta posición de 30 a 60 segundas respirando profundamente. Gradualmente incrementa el tiempo de resistencia.


Se considera que la posición de la mariposa, o Badha Konasana, es la más benéfica para las mujeres, tonifica los riñones, ayuda a las vías urinarias y previene la formación de hernias de la espina dorsal. Además que ayuda a aliviar los dolores del parto, fortalece el útero y la vejiga.


viernes, 10 de febrero de 2017

La diferencia entre un dolor de garganta, faringitis y amigdalitis

Los términos dolor de garganta, faringitis y amigdalitis con frecuencia se usan indistintamente, pero no son la misma cosa.

Amigdalitis se refiere a las amígdalas que están inflamadas. 

Faringitis es una infección causada por un tipo específico de bacteria, estreptococo. Cuando su hijo tiene faringitis, las amígdalas suelen inflamarse mucho, y la inflamación puede afectar los alrededores de la garganta.

Otras causas de dolor de garganta son los virus, y estos solo pueden causar inflamación de la garganta alrededor de las amígdalas pero no de las amígdalas en sí.

Dolor de garganta
En bebés, niños pequeños y niños en edad preescolar, la causa más frecuente de dolor de garganta es una infección viral. No se necesita ninguna medicina específica cuando el responsable es un virus, y el niño debería mejorar en un período de siete a diez días. Con frecuencia los niños que tienen dolor de garganta causado por virus también tienen un resfriado. Es posible que también presenten fiebre leve, pero generalmente la enfermedad no es muy fuerte.

Un virus específico (llamado virus de Coxsackie), que se observa con más frecuencia en el verano y otoño, puede causar fiebre un poco más alta, más dificultar para tragar y más molestias en general. Si su hijo tiene una infección por el virus de Coxsackie, es posible que también tenga una o más ampollas en la garganta y en sus manos y pies (por lo que suele llamársele enfermedad de mano-pie-boca). La mononucleosis infecciosa puede producir dolor de garganta, frecuentemente con amigdalitis marcada; sin embargo, la mayoría de los niños que tiene una infección del virus de mononucleosis tienen pocos o ningún síntoma.

Faringitis
La faringitis es causada por una bacteria llamada Streptococcus pyogenes. Hasta cierto punto, los síntomas de la faringitis dependen de la edad del niño.

Bebés: pueden tener solo una fiebre baja y una secreción nasal espesa o con sangre.
Niños pequeños: también pueden tener secreción nasal espesa o con sangre y fiebre. Estos niños suelen estar irritables, pierden el apetito y muchas veces tienen ganglios inflamados en el cuello. A veces los niños pequeños se quejan de dolor de estómago y no de dolor de garganta.
Niños de más de tres años: suelen tener síntomas más fuertes; el dolor de garganta puede ser extremadamente doloroso, la fiebre sube arriba de 102 grados Fahrenheit (38,9 grados Celsius), hay ganglios inflamados en el cuello y pus en las amígdalas.
Es importante poder distinguir una faringitis (infección estreptocócica) de una infección viral, porque las infecciones estreptocócicas se tratan con antibióticos.

Diagnóstico y tratamiento
Si su hijo tiene dolor de garganta que no cede (no uno que desaparece después de beber algo en la mañana), ya sea que esté acompañado por fiebre, dolor de cabeza, dolor de estómago o cansancio extremo, debe llamar a su pediatra. Esa llamada debe hacerse con más urgencia si su hijo parece estar sumamente enfermo, o si tiene dificultad para respirar o mucha dificultad para tragar (lo que hace que babee).

Cultivo de garganta
Esto puede ser indicación de una infección más grave. El médico examinará a su hijo y es posible que realice un cultivo de garganta para determinar la naturaleza de la infección. Para esto, tocará la parte posterior de la garganta y las amígdalas con un aplicador con punta de algodón y frotará la punta en una placa de cultivo especial que permite que la bacteria de estreptococo crezca si está presente. La placa de cultivo se examina veinticuatro horas después para determinar la presencia de la bacteria.

Examen rápido de faringitis
La mayoría de consultorios de pediatras hacen pruebas rápidas de estreptococo que brindan resultados en minutos. Si la prueba rápida es negativa, es posible que su médico confirme el resultado con un cultivo. Una prueba negativa significa que se asume que la infección es causada por un virus. En ese caso, los antibióticos (que son antibacterianos) no ayudan y no se recetarán.

Antibióticos
Si la prueba muestra que su hijo sí tiene faringitis, el pediatra recetará un antibiótico oral o inyectado. Si es oral, es muy importante que tome la dosis completa, tal como se receta, incluso si los síntomas mejoran o desaparecen.

Si la faringitis de su hijo no se trata con antibióticos, o si no completa el tratamiento, la infección puede empeorar o extenderse a otras partes del cuerpo, dando origen a afecciones como abscesos de las amígdalas o problemas de los riñones. Las infecciones estreptocócicas que se dejan sin tratar pueden resultar en fiebre reumática, una enfermedad que afecta el corazón. Sin embargo, la fiebre reumática es rara en los Estados Unidos y en niños menores de cinco años.

Prevención
Muchos tipos de infecciones de la garganta son contagiosos, transmitiéndose principalmente por el aire en pequeñas gotas de humedad o en las manos de los niños o adultos infectados. Por esa razón, tiene sentido mantener a su hijo alejado de las personas que tienen síntomas de esta afección. Sin embargo, la mayoría de personas son contagiosas antes de que los primeros síntomas aparezcan, así que realmente no existe una forma práctica de evitar que su hijo se contagie de la enfermedad.

En el pasado, cuando un niño tenía varias infecciones de garganta, era probable que se le sacaran las amígdalas en un intento por evitar más infecciones. Pero esta operación, llamada amigdalotomía, ahora solo se recomienda para los niños sumamente afectados. Incluso en los casos difíciles, donde hay infecciones repetidas, el tratamiento con antibiótico suele ser la mejor solución

Fuente
Caring for Your Baby and Young Child: Birth to Age 5, 6th Edition (Copyright © 2015 American Academy of Pediatrics)

miércoles, 8 de febrero de 2017

Parejas con obesidad necesitan más tiempo para lograr el embarazo

Las parejas en las que tanto la mujer como el varón tienen un IMC superior a 35 kg/m2 pueden requerir hasta un 60% de tiempo adicional en alcanzar la concepción


La infertilidad se define como la imposibilidad de lograr la concepción natural de un hijo tras 12 meses de relaciones sexuales sin el uso de métodos anticonceptivos. Una enfermedad que padece una de cada cuatro parejas en el mundo occidental y que afecta a cerca un 15% de las parejas de nuestro país. Pero, ¿por qué se produce esta infertilidad? Pues por distintas causas tanto psicológicas como biológicas, caso de la edad ‘avanzada’ de los progenitores. Y asimismo, del exceso de peso. Y no solo en el caso de la madre, sino también en el de su compañero. De hecho, y según muestra un estudio llevado a cabo por investigadores de los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos (NIH), las parejas en las que ambos integrantes son obesos pueden tardar hasta un 60% de tiempo más en alcanzar la concepción que aquellas en las que tanto la mujer como el varón ‘disfrutan’ de un peso normal.


Como explica Rajeshwari Sundaram, directora de esta investigación publicada en la revista «Human Reprodution», «la mayoría de estudios sobre fertilidad y peso corporal se han centrado en la mujer de la pareja, pero nuestros hallazgos destacan la importancia de incluir a ambos integrantes. Unos resultados que, asimismo, muestran que los especialistas en fertilidad deben considerar el peso corporal a la hora de aconsejar a sus pacientes».

Embarazo demorado
Para llevar a cabo la investigación, los autores analizaron los datos de 501 parejas de adultos que habían tomado parte en Estudio de Investigación Longitudinal de la Fertilidad y el Ambiente (Estudio LIFE), trabajo desarrollado entre 2005 y 2009 y en el que las mujeres tenían edades comprendidas entre los 18 y los 44 años.

Los autores dividieron a las parejas participantes en tres grupos en función de los índices de masa corporal (IMC) de sus integrantes –‘no obesos’, con un IMC inferior a 30 kg/m2; ‘obesos tipo I’, con un IMC entre 30 y 35 kg/m2; y ‘obesos tipo II’, con un IMC superior a 35 kg/m2– y evaluaron el tiempo hasta alcanzar la concepción en cada uno de los grupos.

Los resultados mostraron que, tal y como cabría esperar, el exceso de peso corporal se asoció a un mayor tiempo para lograr el embarazo. De hecho, y comparadas frente a aquellas en las que sus integrantes eran ‘no obesos’, las parejas del grupo de ‘obesos tipo II’ requirieron un tiempo hasta un 55% mayor para conseguir la concepción.

Es más; en aquellos casos en los que además de exceso de peso se juntaron otros factores de riesgo de infertilidad –caso del hábito tabáquico, de la falta de ejercicio o de unos niveles elevados de colesterol–, el periodo hasta la concepción en las parejas cuyos miembros se integraban en el grupo de ‘obesos tipo II’ se incrementó en un 59%.

Como indican los autores, «los estudios previos al respecto se han centrado por lo general solo en el IMC de la mujer. Pero algunas investigaciones llevadas a cabo con parejas sometidas a técnicas de reproducción asistida ya habían arrojado unos resultados similares a los nuestros. Sin embargo, nuestro estudio se ha realizado con parejas de la población general, no con parejas en tratamientos de infertilidad».

Más allá de la fertilidad
En definitiva, y con objeto de lograr el ansiado embarazo, tanto la mujer como el varón de una pareja –que no solo la mujer– deben tratar de reducir su peso en caso de que resulte excesivo. Un aspecto que resulta del todo necesario y no únicamente por una cuestión de fertilidad, sino porque la obesidad se asocia a un mayor riesgo de desarrollo de enfermedades muy graves y potencialmente mortales.

Como concluye Rajeshwari Sundaram, «además de los beneficios para la salud que conlleva un peso saludable, caso de la disminución del riesgo de enfermedades como la diabetes tipo 2, las patologías cardiovasculares y el cáncer, las medidas para la reducción del peso pueden ayudar a acortar el tiempo necesario para alcanzar la concepción».

 Informacion extraida del sitio Web www.abc.es